
Toda Palabra de Dios es limpia; El es escudo a todos los que en él esperan. Prov. 30:5
Reflexión:
Los caminos confusos de la vida nos enseñan que no debemos confiar en las palabras de todo el mundo. En base a nuestra experiencia aprendemos a usar nuestros instintos y sentidos para discernir si alguien nos está diciendo la verdad o si nos quiere engañar. En ocasiones tenemos éxitos y nos libramos, en otras ocasiones somos engaños por la palabra de otros. ¿Sucede esto con la Palabra de Dios? !En ninguna manera! La Palabra de Dios es pura, limpia, apartada de todo engaño. Confiar en ella es un escudo de esperanza.
Los caminos confusos de la vida nos enseñan que no debemos confiar en las palabras de todo el mundo. En base a nuestra experiencia aprendemos a usar nuestros instintos y sentidos para discernir si alguien nos está diciendo la verdad o si nos quiere engañar. En ocasiones tenemos éxitos y nos libramos, en otras ocasiones somos engaños por la palabra de otros. ¿Sucede esto con la Palabra de Dios? !En ninguna manera! La Palabra de Dios es pura, limpia, apartada de todo engaño. Confiar en ella es un escudo de esperanza.
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